sábado, 8 de agosto de 2015

Crítica: "Tokio Blues (Norwegian Wood)" (1987) [Haruki Murakami]


Sinopsis del libro:
La novela es una historia nostálgica que trata los temas de la pérdida y la sexualidad. La historia está narrada por su protagonista, Toru Watanabe, que evoca en la novela el tiempo en que residió en Tokio durante su primer año como estudiante universitario. A través de los recuerdos de Toru el lector es testigo del desarrollo de sus relaciones con dos mujeres muy distintas: Naoko, una chica bella, con una vida emocional agitada, y, la sociable y animada Midori.


Lectura suave y sencilla, tanto en vocabulario como en contenido, donde lo trivial es lo esencial. Atrapa por sus personajes planos -en principio-, que van dibujando su personalidad y pasado lentamente. Es una historia que desfallecería sin estos personajes, que son la columna central... Así mismo, la psique de los personajes está dominada por tragedias y malentendidos pasados.

Marcan el desarrollo de la historia el sexo, el amor y la muerte, así como la inestabilidad emocional, limitando la vida y reacción de los personajes y complicando hasta las decisiones más espontáneas. Sin duda, los personajes son el atractivo indiscutible: con pasados amargos, presentes mejorables, y una insatisfacción vital generalizada, con un rumbo desconocido; la única estabilidad espontanea de la que disponen es la que encuentran en el amor y en la amistad.

Dos de los personajes que más destacan son Naoko, porque nunca sabes lo que le pasa ni como reaccionará y su alta excentricidad o, Reiko, que la sigue de cerca, contando con un pasado trágico bastante "morboso", como pretendía el autor.

Las dosis de humor y unos diálogos realmente extraños ensalzan la inteligencia emocional o el existencialismo; hay otros sobre el recuerdo de sus vidas y el pasado en general. Cada personaje es un mundo.

La perspectiva asiática le da un aire fresco a la lectura. La vergüenza, por ejemplo, es algo muy arraigado en los personajes femeninos.

El tema del sexo me pareció enfocado desde una perspectiva masculina (dominante) y con la consiguiente sumisión de las mujeres; no conozco la cultura asiática en su totalidad pero podemos afirmar que en estos temas son bastante conservadores -aunque no intento tirarnos flores, que estamos a la par. Llega a ser tan descarada este rol de sumisión de la mujer que hay veces que el personaje las conquista sin hablarles casi o sintiendo indiferencia ante ellas, lo que crea un halo de intriga en ellas, algo bastante absurdo. Murakami es así.

También hay pequeños puntos en la historia donde se toca el tema de la política, en medio de un contexto de huelgas estudiantiles a finales de los 60 y principios de los 70, cargados de gran pesimismo y crítica.

Me gusta este autor por la facilidad que tiene de construir una historia y de cómo, sin casi narrar "hechos relevantes", hablando los personajes entre ellos ocasionalmente, puede conseguir interés en el lector.
Hay una exuberante acumulación de referencias musicales y de libros repartidas por toda la obra. Los fans de los Beatles se enamorarán fácilmente.

Empecé a leerlo y no pude parar; ya hacía mucho tiempo que esto no me sucedía.

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